jueves, 24 de mayo de 2007


La muerte está presente todos los días en la vida,
la vida llena todos los días de la vida, pero no siempre es vida
y no siempre está la muerte en nuestra vida...

La muerte no estaba presente en mi vida desde hacía más de dos años,
pero hace más de una semana volvió a aparecer, pero apareció de forma
distinta, aunque es lo mismo en términos físicos, no fue lo mismo en
sentimiento, ni en la forma de enfrentarme a ella, ni en la forma como estoy
viviendo con ella y frente a ella.

Como dicen... la muerte es lo único a lo que nunca podremos
acostumbrarnos, y es así, por más de que nos acostumbremos a oír
muertes cada día, nunca nos acostumbraremos a ella, y menos cuando
es cercana...

Mi relación con la muerte ha cambiado desde hace más de una semana, y ha sido una experiencia extraña, pero me he sentido bien, me he sentido
en paz y sobre todo muy cercana a ella, que aunque ya no esté
físicamente no he podido dejar de sentirla y de conversar con ella.

No sé si de ahora en adelante cambie definitivamente mi relación con la
muerte, pero sé que ahora me siento bien y que si fuera posible quisiera
que siempre fuera así, porque aunque la muerte viene acompañada de
tristeza, ha sido una experiencia de celebración y cercanía con la persona
que se fue... que siguió el horizonte, el futuro y con quien quizás algún
día me reencontraré.

La muerte no deja de ser inesperada aunque se espere,
no deja de generar tristeza aunque a veces sea lo mejor,
no deja de ser algo que tiene que pasar aunque no queramos...

2 comentarios:

Juan Pablo Angarita Bernal dijo...

Lo intenté leer como un escrito pero no pude. Lo leo como una poesía, porque siempre está repitiéndose la palabra muerte.

Andre dijo...

Ahora también escribo poesía?
bueno... ya ves... veremos qué pasa ;)